Comentarios de la gente que vio la obra

 
Luis Sodá
Me encantó, me emocioné mucho. Me pareció sencilla y profunda, contando sobre lo cotidiano, con una puesta en escena pensada y muy trabajada, desde lo visual, lo interpretativo y lo sonoro. La disfruté mucho, disfruté ver a las intérpretes todo el tiempo en escena, formando parte del camino que cuenta camino.
Salí cargado y aliviado, hace rato no me pasaba algo así como espectador. Bellisima obra!
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19 de octubre
Armando Propati Lanza

       ...Están los que aguardan /    y no saben que hay / en aquel tan precioso lugar/   y solo obtienen fidelidades/  cosuelo y memoria/  pero amanece/ corremos/  y la danza recomienza/  con los recién llegados.       Edgar Bayley  poeta argentino, fragmento de un poema de su libro "Memorias"
                                                                                                                                                                                                                                                                                     
¿ Como condensar ejes temáticos, estructuras narrativas, climas sonoros, ritmos corporales y despliegue visual en una sola puesta en escena?  ¿como lograr que esos elementos superpuestos no obturen la propuesta original que las impulsó? Esta es la pregunta que me hice luego de ver "Camino" la obra de danza creada y realizada por Mariana de los Rios y Roxana Galand.
       No existen recetas para crear el misterio, el poder de sugestión y el arribo del acto poético en una obra de arte. No basta una buena idea, una puesta espectacular o un despliegue físico intenso para lograrlo. Para que ese milagro se produzca es necesario que se desoculte una verdad, esta condición aparece cuando el trabajo creativo se encara con herramientas nobles, un diálogo corporal sincero, a fondo y sin concesiones.
       En la sala una proyección nos sumerge en un camino trazado como por un niño, con lineas blancas y fondo negro. De ese fondo, dos siluetas, dos cuerpos que transitan el sendero con ritmo desacompasado, acaso huyen de algo? alguien las espera en algún recodo del camino? no lo sabemos, lo que si sabemos, lo percibimos, que cada una se desplaza por su propio andarivel. Aún nada saben la una de la otra, solamente las separa una interminable hilera de zapatos abandonados en el medio del camino. Huellas del destino, del destierro, de la suerte corrida por quienes las predecedieron? Los maniquies son mudos testigos de este interrogante.
        Quién se anima a ir más allá de ese espacio que es puro enigma y acaso belleza?   El gran mérito de Mariana y Roxana es haber logrado la mayor fuerza expresiva mediante el uso de los contrastes, las oposiciones, las tensiones de dos cuerpos con dos texturas, dos historias distintas. Donde para otros se plantea una dificultad a corregir mediante un artificio técnico , ellas eligieron transitar el camino opuesto, el mas dificil. Eligieron explotar al máximo esas diferencias de contextura y de temperamento. Cada una desplegó su propio lenguaje corporal, su interioridad mas visceral, como recurso, para establecer una aproximación, un encuentro, un diálogo posible. Esta es una acción crucial y de gran crudeza dramática, pero no exenta de sensibilidad y lirismo. Se trata de un encuentro primordial, salvaje, primitivo acaso, como si hubiese una necesidad de un replanteo, de un nuevo comienzo, como si intentaran ir más allá de los límites humanos.
Quiero resaltar el gran trabajo que hicieron con sus rostros, desmontando de esa forma el gran tabú que atravesó a la danza clásica y buena parte de la contemporanea, donde el rostro estaba confinado a una neutralidad artificiosa que no daba cuenta de las emociones. Las intérpretes con gran versatilidad pusieron sus rostros en un plano de igualdad, en la misma escala jerarquica que al resto del cuerpo.
   La danza, a mi entender, no es solo acción corporal (aunque sea lo que se espere de ella) el manejo de las pausas, los silencios y la aparente quietud transitoria de algunas situaciones, le dieron a la obra la respiración necesaria.  La inclusión de la música fué decisiva para apuntalar la comprensión y el compromiso de la propuesta. No solo dispuso la creación de climas adecuados, sino que fué más allá en su aporte. Merced a variantes tonales de gran riesgo, se desplazó por el espacio creando un "tercer cuerpo" con materialidad sonora de gran intensidad, a veces entablando un diálogo con las caminantes y en otras provocando un choque, un corte abrupto, resignando de esa forma un rol meramente decorativo. El resto del equipo hizo su aporte con solvencia y ductilidad, en conjunto redondearon una obra de danza de gran envergadura y de un rigor poco frecuente en la escena argentina.
    En síntesis; "Camino" es una obra que  funciona como un organismo vivo y este es su gran mérito. Al mismo tiempo es un paisaje que recorremos junto a sus creadoras con un gran placer, pero también con gran inquietud, pués se convierte para nosotros, los espectadores, en un gran espejo reflejante y especular de nuestra condición humana.  "Camino" viene hacia nosotros para revelarnos y para recordarnos que estamos en el mundo para ser con otros, nada menos.
                                                                                                                                                                                                        Armando Propati Lanza                                                                                                  Función del jueves 11/10/12
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18 de Octubre
Jose Riggio
En la existencia, en la presencia irrevasable, nos llamamos a atravesar la condición.

La condición es innegable, tanto como que todo su intento de afirmación, respiración sin origen, es re-posición que desde lo diferenciante, anuncia su superación. La condición se anuncia creante.

Si trabajamos con el cuerpo, éste es condición de que lo corporal se alcance nuevamente a sí mismo como potencia, se atraviese hasta el lugar iluminante de la conciencia, hasta la energía que conocemos desplegarse como despertar.
Pero el despertar es continuo en lo discontinuo. Y con todo y pese a todo, aflora.

Si accedemos al nombramiento que abre, no desde el artificio, sino desde la dicción de todo inequívoco gesto, de toda íntegra expresión, el decir es condición que proponemos como impresión autoexpansiva, como fuerza creadora, verbo que en el nombrar, dice y es el potenciar, el transmutar de lo mismo, así como el acceso vivo y conducente a la memoria, que desde la relación abre el caudal, las puertas inmanentes del ser; no como lenguaje autocomunicativo, no aun como autorrepresentación, sino como la propia trascendentalidad, en tanto condición propiciante, que desde el continuo articularse, abre la trascendencia.

Qué es ésto?

En Camino no hay verdaderamente escena, o sólo la hay como real, como autenticidad ontológica potenciadora de la verdad. ergo, la escena se libera y libera, pues se desdice de sí. camina.

En Camino, vemos. Si ponemos con el cuerpo es porque nos refundimos en la materia, en tanto la comprehendemos como concretitud del ser, sin más; como deseo y voluntad, irrestricto en su encarnadura, que no posee cierre final, ni en las fuerzas de las creencias, ni en los mitos o ciencias de las teorías. El cuerpo como intuición pura, y viva, ella misma, que intensifica en la sensibilidad la inteligencia, y su poética instintiva en la abierta organicidad.

Camin-antes. el cuerpo como corazón del arte. como trabajo, al cabo inapresable, de lo consciente; no puesta de discurso, sino desarraigo irrevocable de la escisión.

Receptividad absoluta como silencio, escucha fluida y a la vez fluencia; atención como presencia y fenómeno, aparición, y a su par soltura, para la vivificación que se busca y desea absuelta.

Estar. apertura del tiempo real. signo del paso cercano como fuente procreadora. el perderse y el encontrar como intención ordenadora, como llave de la modificación constante de la dimensión. la sensitividad, la pasión, la irredenta entrega total, como intervención y guía de la intervención, como espíritu vivo, como inmanencia en melodía.

El cuerpo camino como tierra de todas las estrellas, como laboratorio transido de los días y el universo, como estrato infinito, como enigma de innúmera compañía. Y al mismo tiempo, como maravilla y don de la realización. como confianza directa, como ofrenda hallada, inocencia volcada y ternura, como amor. El cuerpo y su verdad descarnada, desnuda, como don más último, y primer y constante punto de partida.

Andar los otros del cuerpo. de otredad a otredad, bajo los modos de la consecuencia, pero de la creatividad.

La obra de Camino es obrar real. sueño, de todas partes advenido. así, obrar nos revela. Si lo real revela y pone un método (verbigracia, el arte), éste precisamente por ser real se desdice ya de sí, pues todo atributo es aliado. y toda alianza, mortal.
El método, el camino, el ser-vivo, está llamado.

Desde el fundirse se regresa a la transparencia de los sitios. simplicidad y proeza, convivientes. despojo y mostración amiga del ángel vital, como belleza. danza como rostro y rastro. vuelta estética como perfección animal.

Habiendo vivenciado la cercanía, el calor, la invitación, la preciosa flor que nos regala Camino, algunos hemos experimentado la hermosa no-necesidad de decir nada, y no porque el frondoso trabajo de sus manos y sus almas, nos hayan proscripto de la naturalidad de nuestras palabras; sino, justamente, por todo lo contrario. Camino hace en plural. Hace y dice gracias a todos los caminantes, por su verdad.

Salud!
jóse   
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Alejandro Cop
Roxana, quiero decirte que me gustó mucho tu espectáculo de ayer! Más algunos cuadros en particular que otros... Con Mariana hacen una excelente dupla!! La sensibilidad y plasticidad de sus cuerpos, la poética y abstracción de lo que representaron!! A Graciela, mi mujer le encantó! Le emocionó, por momentos! A ella, muy acuariana y bastante racional, le moviliza mucho los espectáculos en donde pueda hacer una abstracción y comprender qué se quiere decir con lo que se muestra. Yo soy más emocional, más canceriano si se quiere y en ese sentido quiero decirte que me encantó la estética del trabajo, aunque no me emocionó!.... La acción llevada al límite, la exploración del movimiento hasta las últimas consecuencias para luego pasar a otro estado me encantó... La complicidad, la escucha y el sincronismo de ambas fue maravillosa... Los cuadros de equilibrio, de sostenerse con los hombros y brazos, las lucha
s y los besos llevados al límite y los cambios de ritmo me parecieron muy profesionales junto con la proyección de video que me pareció un assamblage riquísimo. También me gustó el trabajo gestual de ambas!! muy expresivo! Por momentos me hacía acordar a Meyerhold, discípulo de Stanislavski, quien como todo alumno preferido, llegó un punto que se distanció de su Maestro para seguir su propio ' Camino' que se basó en la ' Biomecánica' ( la repetición técnica de movimientos).... La semana pasada vimos a la Frenkel como te conté, que nos gustó... pero lo tuyo tiene contenidos más sublimes, más profundos... hay mucha más metáfora!! te felicito!! La última proyección, el cierre, en las calles repitiendo algunos movimientos que hacían en escena me hizo acordar a ' Pina' la increíble película de la Bausch con el homenaje de su compañia post-mortem, bailando en las calles de una famosa ciudad alemana.
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Domingo 23 de septiembre 
Dulcinea Segura
http://www.craneapolis.blogspot.com.ar/
“Esta obra es el estudio del camino mas cercano que lleva al lugar más distante” dice en su presentación la gacetilla. Y si uno piensa en la palabra que titula la pieza puede entenderla como sustantivo o como verbo.
Camino es una senda, es algo que invita a ser recorrido o que ha sido ya transitado. El camino es una incitación al movimiento así como a las elecciones de dirección en donde uno puede encaminarse.
Pero el camino también remite a la primera persona del singular, al yo, al sujeto que camina en presente. Yo camino. Por tanto, también puede deducirse de acuerdo a la idea anterior: yo me muevo, yo elijo, yo recorro.
Camino es una propuesta plástico-teatral que se mueve y moviliza. En el camino están los pasos que se dan en la vida, están los años, las etapas, las relaciones, los aprendizajes, los aciertos y los errores. Los caminos se bifurcan, se multiplican, al igual que las posibilidades.
La vida es un camino por donde vemos pasar el mundo, nuestro mundo, el propio, porque es desde la propia mirada desde donde cada uno se posiciona y mira el mundo que transcurre a su alrededor.
La coreografía muestra ese transcurrir, ese andar que gasta zapatos y vestidos, donde uno se pone distintos vestuarios para representar esos tantos ‘yoes’ que es. Lo despliega con palabras, con gestos, con imágenes. Con voces que suenan, que expresan sus sueños,  que imaginan otra vida en otro mundo, dentro de esta vida en este mundo.
Las intérpretes exploran en sus expresiones, en los miles de rostros propios o ajenos, reflejados en ellas, como si sus caras fueran máscaras vivas que hablaran en risa o llanto. Porque se camina pero no siempre se avanza, se corre y se detiene, se tropieza, se cae, se levanta, se pausa y se escucha.
Y el camino es mejor si está el apoyo del otro, el cariño, el abrazo, el beso y todas sus posibilidades de ser dado y recibido (como abordan con belleza las bailarinas).
El escenario se proyecta al infinito a través de la tecnología digital que juega y dibuja sobre el telón de fondo, que apoya con palabras que suenan a pensamientos. Frases que nos conectan con la distancia, a veces insondable, entre dos cuerpos, dos seres. Distancia que es tiempo y espacio.
La vida que se mueve en la escena brota de ese maravilloso trabajo corporal, del detalle, articulado y orgánico, que destaca especialmente a su directora Roxana Galand, quien pone un sello de profunda verdad a aquello que hace.
Explorar este camino con sus colores, pausas, gestos, danzas, palabras  y silencios, ha sido una muy linda experiencia para quien escribe.

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